viernes, 8 de abril de 2011

EL OCASO DE LA ARQUEOLOGÍA URBANA

En la década de los 70 del siglo pasado, empezando la carrera de Arqueología en la Universidad de Santiago de Compostela, era de todos conocida la frase " que por desgracia los arqueólogos van detrás de las excavadoras y sólo lo que hacen es certificar la destrución de un yacimiento arqueológico". Costó mucho tiempo y mucho esfuerzo cambiar esto y llegar a lo importante y nuestra consigna "utópica": antes que puedan actuar las máquinas de destrucción, llegamos los arqueólogos y salvamos el patrimonio arqueológico".
La construcción en nuestras ciudades durante años fué la salvación de muchos yacimientos, y sobtretodo, la subvención para llevarlos a cabo.
La legislación hizo posible que antes que se construyera algo, se tenía que realizar una excavación arqueológica en el lugar proyectado.
Así se estuvo durante muchos años (el "boom inmobiliario" de todos conocidos), viviendo la arqueología de los proyectos urbanísticos, que por obligación contemplaban la realización de una intervención arqueológica previa, antes de poder conseguir el tan deseado permiso de construcción en una parcela determinada.
Grandes presupuestos arqueológicos, que contemplaban el estudio y la redacción de una memoria de los trabajos arqueológicos realizados, quedaron en meros informes preliminares y "definitivos" de unas actuaciones arqueológicas que sólo buscaban el levantamiento de la cautela arqueológica sobre el terreno, para construir sin problemas.
Ahora que ya no se mueven grandes extensiones de tierras y las excavadoras han dejado de funcionar, también la arqueología ha dejado de existir. Los grandes defensores de las intervenciones arqueológicas urbanas, para conocer mejor nuestras ciudades, se han esfumado como las grandes empresas inmobiliarias. De los grandes hallazgos arqueológicos en las ciudades se ha pasado o no saber nada más de ellos. No existen estudios que nos hablen de los importantes restos arqueológicos localizados y que fueron objetos de numerosas páginas en la prensa local. Y por supuesto, no existe un plan para llevar a cabo nuevas intervenciones arqueológicas para dar un contexto mejor a los citados materiales. No existe financiación. No existen proyectos de construcciones urbanísticas que paguen los estudios previos a la destrucción de nuestro patrimonio con licencia. Estamos ante el ocaso de la arqueología urbana, hasta que regrese el crecimiento desmedido e irracional de los proyectos urbanísticos, que darán vida de nuevo a "nuestra arqueología" en las ciudades.
Nota.- Dos vistas (desde mi terraza) de la parcela de la antigua "Casa Mar" antes y después de dejar paso al Auditorio de Vigo, en Orillamar. Debajo de la estructuras se encontraron restos anfóricos romanos. A 200 metros se encuentra la única parcela sin edificar en la zona, de la cual proceden importantes hallazgos arqueológicos romanos. Hasta la actualidad no se ha realizado ni un sondeo arqueológico en la misma. Por suerte o desgracia, no se proyecto construir "algo" sobre la misma, sino por la "legislación vigente" sabríamos algo más de este importante yacimiento arqueológico romano.