viernes, 26 de noviembre de 2010

BIBLIOGRAFÍA SOBRE EL VIGO ARQUEOLÓGICO

Acaba de ser publicado un nuevo tomo de la revista del Museo de Pontevedra. Se trata del volumen LXI, correspondiente al año 2007. Desde la página 103 a la 132, se presenta las referencias bibliográficas que poseemos hasta la actualidad de la prehistoria y arqueología de Vigo.
Se han analizados es estudios publicados en libros, revistas especializadas y hasta periódicos, que poseían trabajos arqueológicos relacionados directamente con nuestra zona geográfica, desde los tiempos remotos paleolíticos hasta la tardía romanización.
Se nos ofrece un abanico de posibilidades para poder adentrarnos con más conocimiento en nuestro pasado y también, observar cuando se han publicado más noticias sobre nuestro tan valioso patrimonio arqueológico. Así se puede leer en las reflexiones primeras y las conclusiones que se sacan al ir desmenuzando la información dada.
Este trabajo fue entregado a finales del 2007 y podría haberse quedado un poco incompleto, por los tres años pasados, desde su realización a su edición, pero por desgracia no es así. Si en estos tres últimos años, los hallazgos arqueológicos (sobre todo romanos) realizados fueron abundantes y algunos estraordinarios, no se ha producido el estudio y publicación correspondiente, por lo cual estamos como en 2007.
Un buen arqueólogo y amigo mío, siempre plantea que una excavación arqueológica realizada pero no publicada, es como si no fuera llevada a cabo, o peor: como si se hubiera destruído el yacimiento, aún pagando por ello. Esa es la triste realidad.
Nota.- Este trabajo al que se hace alusión, fue objetos de varios comentarios sucesivos en este blog, para ir adelantando su contenido a los interesados en el tema, temiendo como sucedió, que la publicación del mismo demorase bastante tiempo.

domingo, 8 de agosto de 2010

YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS MUNICIPALES A MUSEALIZAR: UN RETO A CONSEGUIR

En Vigo y cuya propiedad del terreno en donde se encuentra un importante yacimiento arqueológico, es del Concello de Vigo, poseemos tres enclaves: el castro de Vigo; la villa romana de Toralla; las salinas de la calle Rosalía de Castro; el petroglifo de Sároma; y el dólmen de Casa dos Mouros, en Candeán.
La propiedad de dos primeros nos vino por caducidad de la licencia de las concesiones de Estado, concretamente del Ministerio del Defensa y de la Marina y el tercero, por encontrarse en una vía pública, competencia del ayuntamiento.
Más llamativo es el caso de los dos casos que nos quedan y muy a tener en cuenta:
El terreno en el que se encuentra el denominado petroglifo de "A Laxe" en Sárdoma, es propiedad municipal gracias a una permuta urbanística. Tenemos aquí ya un ejemplo de desear que determinado yacimiento arqueológico afectado por posibles obras, pertenezca al gobierno municipal y que más adelante se pueda acometer su puesta a punto, para el disfruto del público en general. El interés de esta gran superficie grabada no es tan sólo que presente la única representación de armas (concretamente, alabardas enmangadas) localizadas hasta hoy en día dentro de nuestro municipio, sino, que posee interesantes grabados ya de épocas históricas, que comparándolos con los prehistóricos existentes tambien en la citada piedra, se pueden sacar buenas conclusiones: diferente técnica de ejecución del grabado; distinta simbología y función; distintos motivos representados,...
Por su lado, el terreno en que se ubica el extraordinario ejemplar dolménico conocido como "Casa dos Mouros", en Candeán, fue el yacimiento arqueológico que el gobierno municipal compró a un particular, pues pretendía hacer ena casa en el lugar, que estaba parcialmente protegido. Este es el primer caso que poseemos en Vigo, del interés del municipio, de adquirir un enclave arqueológico, por un lado para evitar su deterioro o destrucción parcial o total. Esto se dió ya en la década de los 80-90 del siglo pasado.
Luego de la musealización de los tres primeros, le queda al gobierno municipal en acometer trabajos de limpieza, excavación y musealización de estos dos restantes que forman parte de su patrimonio.
Con la musealización de estos dos últimos, tendríamos dentro del municipio y propiedad del mismo, cinco yacimientos que nos mostrarían diferentes yacimientos arqueológicos, con una cronología distinta y una función también disitnta: Empezando por el más antiguo, el dolmen de Candeán, nos ofrecería el ejemplo de un monumento megalítico dedicado a fines funerarios, que podríamos fechar "a grosso modo" hacia el 3.000 antes de Jesucristo; en el petroglifo de Sáromas podríamos ver grabados prehistóricos al aire libre con representaciones de armas y motivos geometricos, con una datación hacia el 2.000 antes de Jesucrisot, compartiendo roca con otros grabados ya históricos, que corresponderían a las denominadas señales de término ( cruciformes, pequeñas cazoletas, figuras aspadas,..); el castro de Vigo, el apogeo de la cultura castreña, esto es, el Vigo de hace 2000 años; y las salinas y la villa el auge industrial y poblacional del Vigo, en los siglos III al V después de Jesucristo.
Nota.- En las fotografías que acompañan este comentario, vemos en las primeras, una panorámica del lugar donde se encuentran los grabados prehistóricos y históricos del petroglifo de "A Laxe " en Sárdoma y un detalle de las alabardas enmangadas existente en dicha superficie rocosa; y en la última, el dolmen conocido como "Casa dos Mouros", en la subida a la Madroa, en la parroquia de Candeán: vemos la cámara funeraria dl monumento, con los ortostatos que formaban la misma y la tapadera, retirada de su posición original, apoyada en dos de ellos. Falta por excavar la totalidad de este espacio y el túmulo de tierra y piedras que aún cubre parcialmente este monumento.

domingo, 1 de agosto de 2010

LAS PIEZAS ARQUEOLÓGICAS DESCONOCIDAS DEL CASTRO DE VIGO

Repartidas por diferentes museos de Galicia y sin duda, en numerosas colecciones particulares, multitud de piezas arqueológicas localizadas en el Castro de Vigo, permanecen sin ser conocidas y estudiadas convenientemente y dadas a conocer a la comunidad científica y al público en general.
Por desgracia, otras, se han perdido en el mar de la historia y nunca podrán ser analizadas: se tratan de objetos que sabemos que fueron encontrados en diferentes épocas por estudiosos que publicada la noticia de su visita al yacimiento, no hay constancia de donde fueron depositadas...
Sobre las primeras podemos apuntar, por ejemplo, que gracias a donaciones particulares algunos museos de nuestra comunidad autónoma, poseemos en sus fondos arqueológicos piezas correspondiente a nuestro yacimiento castreño y hasta en ocasiones tenemos la oportunidad de poderlas ver en una vitrina, como sucede en el Museo Histórico y Diocesano de Tui, al que pertenece la fotografía publicada ilustrando este breve comentario, en que tenemos expuesta una boca con asa de una ánfora del castro de Vigo.
Mayor es el caso de personas que al hacer la casa en la zona del castro o en sus cencanías, tienen como "recuerdo" de la cimentación de la misma, restos arqueológiocos que aparecieron cuando se llevó a cabo la construcción de la misma. Aquí, no sólo son materiales cerámicos ( que son los más abundantes en aparecer) sino piezas singulares de bronce, hierro, vidrio, ...así algunos poseen monedas, fragmentos de pasta vítrea, fíbulas,....
Luego están los objetos localizados de forma fortuíta por particulares que en su recorrido habitual por el yacimiento se encontran piezas que dependiendo si les "gustana o no", por su estética ( una cerámica con decoración bien lograda) o por su posible valor ( una moneda de bronce), se las llevaban para casa,....
En relación al segundo punto, es triste darse cuenta que fueron los mismos expertos o estudiosos que excavaron y recogieron algunas "piezas seleccionadas" por ellos y de las llegan a hablar para la redacción de un informa o similar, como no se sabe en donde se encuentran y posiblemente ya estén perdidas físicamente y sólo nos quede el recuerdo de su cita bibliográfico. Es el caso de la visita del yacimiento del conocido arqueólogo alemán Hugo Obermaier u otros que le siguieron e hicieron lo mismo que él: notificar de un hallazgo de algunas piezas, pero que no sabemos hoy día donde están depositadas.
Por citar un pequeño ejemplo, recuerdo que de "visita de valoración" que realizaron Cuevillas, Losada y Filgueira Valvrerde, con Castelao como dibujante, encomendados por la Diputación de Pontevedra, de todas las piezas a las que hacen mención en el informe que redactaron y publicaron, basado sobre todo en lo que había recogido Tenreiro, sólo se localizó en los fondos arqueológicos del Museo municipal "Quiñones de León" de Vigo, una pequeña caja (en concreto una de puros habanos", que indicaba en la parte exterior "colección Tenreiro" y que nos mostraban escasos objetos, junto a otros procedentes de las campañas de José María Álvarez Blázquez, como varios fragmentos de cerámicas de lujo romana ( pintada, "terra sigillata", pardes finas,..), una parte de una tijera romana de bronce, una pequeña cucharilla del mismo metal y una cadenilla también de bronce,....

sábado, 17 de julio de 2010

LOS PRIMEROS VINOS QUE LLEGAN A GALICIA, EN EL CASTRO DE VIGO

Analizando los envases que transportaban los vinos que hemos podido encontrar y documentar en el castro de Vigo, podemos hablar brevemente sobre los primeros vinos que probaron los gallegos de hace 2.000 años y en concreto, en nuestro caso, los habitantes de la comarca del Fragoso.
Los recipientes cerámicos que contenían vino, se conocen como ánforas vinarias y en nuestro yacimiento se han encontrado de dos tipos, en base, a su cronología y a su procedencia.
Los primeros vinos que llegan lo hacen en las denominadas "ánforas itálicas o altoimperiales". Como su nombre indica proceden de Italia, más concretamente de la zona centro y áreas geográficas adyacentes. Por otro lado, pertenecen a un marco cronológico que se sitúa entre el siglo II al I antes de Jesucristo.
Posteriormente tenemos las que conocemos por "ánforas béticas" que como bien dice su nombre proceden de la zona de la antigua Bética zona, o sea, nuestra actual región geográfica de Andalucía. La época que podemos manejar para constatar una gran cantidad de las mismas en los registros arqueológicos de nuestro castr, es hacia el siglo I y II después de Jesucristo.
La cantidad que solían transportar estas ánforas oscilaba entre los 15 y 20 litros. Las paredes interiores de las mismas estaba en la mayoría de los casos, recubierto con resina, lo que le daría al vino un cierto sabor a esta materia, como solía pasar con los vinos griegos. En algunas de ellas, encontramos unas marcas estampilladas que hacen referencia al que fabrica el envase o al mercader que comercia con el vino. En ocasiones corresponde al mismo, pues en su negocio, se fabrican los recipientes y luego se llenan con sus propios vinos. En el castro de Vigo, poseemos dos marcas, similares a otras localizadas en el famoso castro de Sta. Tegra, en A Guarda, también importante emplazamiento en esta época y que por lo visto compartía los mismos gustos.
También es frecuente encontrar "grafitti" en las ánforas. La mayoría de ellos en el remate final del mismo y consistían en líneas incisas paralelas, aspadas, cruzadas,...que corresponderían a signos que marcarían la propiedad de cada una de ellas.
En el caso de Vigo, las ánforas serían desembarcadas en el puerto de la zona de el Areal y luego se transportarían medían carros o por personas hasta el poblado. Una vez en él, el contenido de las mismas, se depositaría en otros recipientes previstos para ello, como serían los grandes "dolium" y las ánforas ya vacias, se tirarían en una zona en el que se amontonarían los desperdicios varios de todo el poblado. Tenemos documentado un gran "basurero" o "concheiro" (llamado así por el gran úmeros de conchas que se encuentran en él) en la ladera del naciente, que ha proporcionado excelentes piezas arqueológicas localizadas entre esta "basura": fragmentos de vasijas de lujo, diversas monedas de bronce de Octavio Augusto, fibulas y anillos del mismo metal, vidrios,...
Por lo expuesto aquí, podemos decir que los primeros vinos que llegaron a beber nuestros antepasados corresponde a los procedentes, en primer lugar, al centro de Italia y luego a vinos del sur de la península ibérica.
No tenemos constancia del cultivo de la vid en esta época y pensamos que la misma, como varios autores sobre el tema comentan, se introduce ya en la edad media y posiblemente gracias al camino de Santiago de Compostela y por los monjes cistercienses. Por lo cual tendríamos que estar hablando de que el primer cultivo de vinos gallegos proceden de vinos franceses,..pero esa es otra historia.
Nota.- En la imagen, fragmento de un borde de una "ánfora altoimperial o itálica" encontrada en las excavaciones del castro de Vigo. Se puede notar que la superficie exterior poseía un pequeño recubrimiento de arcilla pulida, que le daría otro aspecto al que podemos contemplar hoy, al ver los restos de estos recipientes.

EL ÚLTIMO TRABAJO SOBRE EL MONTE DEL CASTRO DE VIGO

En estas magníficas fotografías de principios del siglo pasado del Monte del Castro, podemos observar la configuración que conservada en esa época y en la que podemos apreciar ciertos desniveles y aterrazamientos en el mismo, que nos están hablando sin duda de la primitiva forma que poseía este emplazamiento castreño, que sin lugar a dudas es el más grande en extensión e importancia de todo nuestro municipio.
Viendo la fotografía inferior, también nos llama la atención, como su ladera era utilizada para grandes celebraciones, por lo cual el papel de relevancia del mismo, dentro de nuestra ciudad, siempre estuvo presente.
El objetivo de este pequeño comentario de hoy, es felicitar al arquitecto y amigo Jaime Garrido, por el exclente trabajo que ha realizado hace unos meses y que ha merecido el primer Premio de Investigación, que anualmente la Deputación Provincial de Pontevedra, concede a estudios que destacan de los realizados sobre nuestra provincia, en diversas materias. Esperemos que en breve, sea publicado y que los amantes a nuestra historia, podamos disponer de otro magnífico libro de este infatigable investigador vigués, que tan buenos trabajos ya nos ha proporcionado.
Por las conversaciones que he tenido con el citado historiador, cuando estaba redactando este estudio, pienso que antes de acometer y detenerse a analizar con toda minuciosidad la historia de la fortaleza o castillo del Castro de Vigo, nos dará su opinión del período en el que en el citado monte, se desarrolló la cultura castreña, dejándonos como huellas las diferentes construcciones que hoy día pueden verse, ya musealizadas y otras, situadas por la ladera opuesta, que nos hablan sin duda del gran perímetro que poseyó en su momento de máximo esplendor ( hacia el siglo I después de Jesucristo) este poblado ya galaico-romano. La multitud de objetos y piezas arqueológicas que actualmente pueden ser contempladas en la sala de Arqueología del Museo Municipal "Quiñones de León" de nuestra ciudad, nos ilustran perfectamente de este yacimiento arqueológico en la fase final de la cultura castreña e inicio de la denominada "galaico-romana".
Sin lugar a dudas, también tratará de la etapa medieval que se desarrollo en este lugar, que por los escritos históricos de la época, fue escenario de importantes batallas, con personajes muy conocidos en las vicisitudes que sucedieron en nuestra comarca en la baja edad media. Falta hasta ahora un estudio completo y serio sobre este marco cronológico, que aunque muchas veces tratado, continúa con muchas lagunas de información.
Y por último, podremos conocer de primera mano y bien estudiada la historia completa de la fortaleza borbónica situada en su cima y que poseía varias construcciones militares fuera de su recinto principal y que constituían parte de su sistema defensivo.
Como curiosidad decir que en diferentes campañas arqueológicas, hemos podido localizar diferentes fragmentos de vasijas medievales y monedas de esa época y posteriores, pero en niveles secundarios, que nos informan de las transformaciones que sufrió este monte através del tiempo y como las niveles de ocupación posteriores, fueron borrando de la vista los restos de las etapas anteriores, como la castreña, romana y medieval, quedando finalmente el último nivel de funcionamiento, que corresponde al período de la fortaleza de los siglos XVII-XVIII.
Todo ello, nos hace esperar pacientemente esta publicación que supondrá por fin, poseer un libro, que monograficamente trata de manera rigurosa y bien documentada, del principal punto de referencia de nuestra ciudad: el Castro de Vigo





martes, 9 de febrero de 2010

LAS OTRAS VILLAS ROMANAS DE VIGO(y III)

VILLA ROMANA DE RÍOS (Teis)

La última villa-factoría, que poseemos en el litoral del Val do Fragoso, luego de pa­sar el núcleo de lo que podríamos denominar Vicus Heleni, se trata de la localizada en el lugar de Ríos en la parroquia de Teis. A continuación procedemos a describir brevemente los datos que poseemos sobre la misma:

En el año 1962, se daba la noticia del hallazgo de una serie de muros, además de tégulas y ladrillos romanos en la zona de Ríos (Teis). El material rescatado por aquel enton­ces es bastante significativo y apunta sin lugar a dudas a la existencia de una villa-factoría en la zona, dichos elementos constructivos son los siguientes: seis fustes de columnas, uno de los cuales tiene unas medidas de 152 centímetros de altura y un diámetro de 32 centímetros; una posible pila de prensar de forma hexagonal con unas dimensiones de 184 cm. de largo inclui­das las canalizaciones, teniendo una anchura la parte principal de 82 centímetros, y una altura el conjunto de 64 centímetros. Tres ladrillos con signos que algunos autores identifican como zodiacales, el mejor conservado tiene una pata de animal, el número VI y debajo dos rombos unidos por un eje, en cuya mitad hay un círculo, de cada uno de los vértices de los rombos parte una línea recta. Debajo de estos rombos hay una figura que no nos es posible identifi­car. Las medidas de este ladrillo serían las siguientes 18 X 18 X 8 centímetros. El segundo ladrillo está fragmentado y en él se observa el número V y a su derecha un cuadrúpedo muy esquemático con una larga cola, las medidas son de 8 X 20 X 6 centímetros, un tercer ladrillo tiene también grabado el nº V y debajo un soliforme. Además de los materiales descritos también se incluye una basa de columna hasta ahora no mencionada en la literatura existente sobre este yacimiento, siendo las dimensiones de la misma : diámetro de base 40 centímetros, diámetro de fuste 33 centímetros, altura 28 centímetros, presenta una moldura redondeada.

Años más tarde y hacia la misma zona son localizados diferentes muros, algunos de ellos abovedados, que nos hacen pensar en posibles hornos romanos al lado de numerosos restos cerámicos de época tardorromana. Por el tipo de materiales y la proximidad de este punto con el mencionado anteriormente, nos hace apuntar que pueda tratarse del mimo yacimiento arqueológico, pues desconocemos las dimensiones reales del primero. Si no fuera así, habría que contabilizar otra villa en esta área geográfica, que posee un extraordinaria situación geográfica.

OTROS HALLAZGOS, OTRAS POSIBLES VILLAS

Si hasta ahora hemos mencionado, las villas romanos de las que tenemos constancia real de las mismas, por los hallazgos arqueológicos realizadas en ellas o por la realización de excavaciones que han puesto al descubierto diferentes estructuras pétreas, poseemos otras referencias bibliográficas y nuevas intervenciones arqueológicas puntuales, que nos pueden estar ilustrando de otros posibles asentamiento o villae, en otras partes del término municipal de Vigo.

Así, siguiendo en la costa, poseemos los hallazgos ubicados en la zona de la intersección de la calle Marqués de Valterra con la de Juan Ramón Jiménez, que nos han aportado desde restos constructivos descontextualizados, como una gran basa y columnas, ha materiales cerámicos y metálicos, sobresaliendo de todos, una moneda romana de oro ( un “solidus”) del emperador Contantino III, en cuyo anverso podemos contemplar el busto del citado emperador mirando a la derecha y portando una diadema de perlas y rosetas y en su reverso, se ve la figura del emperador victorioso, apoyado en una columna, sosteniendo con la mano izquierda un globo y pisando a un prisionero que desde el suelo lo está mirando.

Posiblemente ligado a este asentamiento podría estar vinculados los hallazgos de construcciones y materiales cerámicos diversos, localizados en la calle de Conde de Torrecedeira, a la misma altura, pero en la parte superior de la intersección de las dos calles primeras.

Todo ello nos estaría dando unas grandes dimensiones para este yacimiento romano, que a tenor de los materiales arqueológicos recuperados, podríamos fechar hacia los siglos III-IV después de Jesucristo, como siendo habitual en este tipo de emplazamiento romanos.

Quiero dejar constancia aquí, que tanto las grandes medidas de la base pétrea localizada, como su pueda elaboración, así como la situación geográfica en que se encuentra, nos hace pensar que pudiera proceder de un edifico público, a las afueras del núcleo urbano ( un templo?) o bien que correspondan a una villa romana de gran importancia, que tendría una arquitectura de mayores dimensiones, si la comparamos con las que poseemos en las inmediaciones, como Toralla.

También ligada al litoral estaría el hallazgo de la gran cantidad de tégulas, encontradas en la calle Alfolíes, en Bouzas. Esta zona necesitaría una intervención pata determinar el tipo de yacimiento a que corresponden las mismas…

Pero dejando la costa, también poseemos evidencias claras de otros asentamientos romanos:

El primero lo podemos ubicar en el denominado “Monte da Pomba” en Bembrive, en cuyos alrededores fueron encontrados diversos materiales cerámicos romanos y hasta alguna “tesela” que nos estaría hablando de la existencia de un posible mosaico en la zona,…

El segundo no tenemos debidamente conocidas sus dimensiones y si se trata de uno muy extenso o varios. Me refiero en primer lugar, al hallazgo de un fragmento de tapadera romana decorada, muy similar a las parecidas en las primeras excavaciones arqueológicas realizadas en la calle del Hospital y datable hacia el siglo IV-V después de Jesucristo, que apareció hace ya bastantes años al hacer una zanja en la calle González Sierra, cerca de la plaza de Traviesas, según nos lo comentó el antiguo cronista de la ciudad y buen amigo, D. Xosé María Álvarez Blázquez, que la recogió y la llevó al museo de Castrelos.

En esta área, aunque algo alejado de la misma, poseemos la referencia del hallazgo de gran cantidad de tégulas en la zona de Balaídos, que necesitaría una mayor investigación. También, aunque más alejado todavía, está el hallazgo de tégulas en Tallarín, en Matamá.

Para finalizar, tenemos ya hacía la zona del centro, pero en la parte alta de la misma, la referencia bibliográfica del hallazgo de una ánfora con “grafitti”, en el desmonte de la antigua estación de Renfe.

CONSECUENCIAS Y TRABAJOS FUTUROS

A la hora de valorar el hábitat romano de los siglos III al IV después de Jesucristo en el Val do Fragoso, aparte de las villas-factorías, que están en funcionamiento en ese marco cronológico, tenemos que remarcar el papel primordial que va a jugar el incipiente núcleo urbano de Vigo (denominado Vicus Heleni), como emporio comercial que estará íntimamente ligado a las villas por medio de las transacciones comerciales que se realicen en el mismo.

Así tenemos que las villas estudiadas vienen a ser zonas residenciales y de trabajo de gente potentada, que aparte de los trabajos agropecuarios que puedan realizarse en las mis­mas, con vistas al autoabastecimiento, debe de iniciarse la industria salazonera que muy po­siblemente está ligada con la exportación de productos alimenticios a otras zonas del imperio. Dicho comercio les reportaría a los propietarios de dichas villas grandes beneficios que quedarían reflejados en el lujo del que vivían rodeados en sus mansiones, a juzgar por los hallazgos arqueológicos de dichas piezas de importación.

Ya fuera de nuestro término municipal hacia el sur tenemos otras o un núcleo habitacional mayor, en Panxón y Monteferro (Nigrán) y hacia el norte, la villa de Cedeira (Redondela) que dio interesantes restos constructivos y materiales arqueológicos.

Termino estos comentario sobre las villas romanas de Vigo, deseando que pronto se emprendan nuevas actuaciones arqueológicas que nos puedan ofrecer una catalogación más completa de la existente en la actualidad y para ello es necesario que se lleven a cabo prospecciones arqueológicas por todo el término municipal susceptible de que puedan poseer más asentamientos de este tipo y realizar excavaciones arqueológicas en los puntos que ya conociendo que son villas o asentamientos romanos, sabemos muy poco de ellos y su contexto.

Nota.- Acompañan a este comenetario las siguientes imágenes: pila olearia y fustes de columnas de la villa romana de Ríos (Teis), que en la actualidad pueden verse en los jardines de entrada al pazo-museo de Castrelos; los tres ladrillos con posibles signos zodiacales del mismo yacimiento; y el anverso y reverso de la moneda romana de oro del emperador Constantino III, localizada en las excavaciones realizadas en la confluencia de las calles Marqués de Torrecedeira con Juan Ramón Jiménez.



sábado, 6 de febrero de 2010

LAS OTRAS VILLAS ROMANAS DE VIGO (II)

VILLA ROMANA DE PUNTA BORRALLEIRO-PRAIA DE "O COCHO" (Alcabre)

Hacia el Noroeste de la villa romana de Toralla, en la parroquia viguesa de Santa Eulalia de Alcabre, tenemos la denominada villa romana de Punta Borralleiro-Praia de "O Cocho", Alcabre. Como su nombre indica, está situada en el extremo de la denominada "praia do Cocho" en la punta rocosa en la cual termina dicha playa y que es conocida como "Punta Borralleiro".

En 1989 se realizó una excavación arqueológica que dio los siguientes resultados:

- Los restos constructivos detectados pertenecen a la cimentación de una estructura, que para su realización procedieron al rebaje de la roca base con el fin de asentar mejor las piedras y darle así mayor firmeza a la construcción. La estructura principal se compone de dos muros que se unen en ángulo recto, formando una esquina reforzada con piedras de ma­yor tamaño, y que delimitan un espacio interior, dividido en su lado Oeste por otros muros que conforman diversos habitáculos. Es en esta zona donde existe cierta potencia estratigráfica, pudiéndose apreciar incluso el mismo piso "in situ" que se interna en el perfil Sur, hacia la finca "Vidrieiros". Formando parte de la cimentación de tierra y piedras de relleno, se localizaron escasos restos cerámicos: cerámica común de cocina y mesa; tégulas...

- Fuera del espacio que delimita esta estructura de posible planta rectangular o cuadrada, de la que sólo sobresale en la zona de la playa excavada una de las esquinas, pudimos observar otros restos de interés que señalamos a continuación:

- Un enlosado en el exterior de la estructura, hacia el lado Oeste.

- Parte de un muro, en el mismo lado Oeste, con dirección Este-Oeste.

- A unos 4 metros de la esquina de la construcción, hacia el Noroeste, una roca, más adentrada en el agua, presenta unos rebajes y un muro que le dan una forma cuadrangular y una superficie plana. En ésta se puede observar aún hoy día parte de su piso, así como su revesti­miento lateral, de opus signinum.

Podemos apuntar que se trata de parte de una "villa" con un estanque o pileta de sa­lazón (función que creemos debe darse al espacio recubierto de opus signinum). De confirmarse esto y haber tenido mayor número de estanques, podrían bien tratarse de una factoría salazonera o bien pudo funcionar conjuntamente como villa-factoría.

Aunque el material arqueológico recogido fue escaso, (estructuras, bases y fustes de columnas y cerámica romana) nos permite datar este yacimiento romano hacia los siglos III-IV después de Jesucristo.

Las medidas de esta villa no se pueden dar con exactitud ya que no ha sido totalmente excavada, pero de la zona que lo ha sido, se pueden dar las siguientes cifras 40 metros el lienzo de muro más largo por casi 10 metros el más corto.

VILLA ROMANA DE FIUNCHAL. (Alcabre)

Situada a continuación del yacimiento que estudiamos más arriba, en la misma línea de costa, se localiza la denominada Villa romana de Fiunchal, perteneciente a la misma pa­rroquia que la anterior.

Recientes excavaciones llevadas a cabo en este yacimiento, han puesto al descubierto una instalación salazonera, con una batería de pilas de salazón, dos estancias inmediatas y otra al oeste de una vaguada, que funcionarían como lugares de trabajo en el proceso de ela­boración de salazones. Estas estancias estarían cubiertas, tal y como lo demuestra el derrum­be de tégula e ímbrice encontrado sobre estas dos estancias. La extensión de la excavación no permitió dejar claro si se trataba del anexo de una villa o si estas instalaciones eran una fac­toría aislada, suponemos por el modelo de hábitat de la época y por otros paralelos que se trate del anexo de una villa. En este sentido recordaremos que la villa de Punta Borralleiro se encuentra a menos de 500 metros hacia el oeste. Las medidas de lo excavado serían las si­guientes: 22 metros por 5 metros.

A la espera de la publicación de los resultados estos son los datos que podemos ofre­cer hasta el momento.

Nota.- En las fotografías que acompañan el texto podemos ver en la primera, empezando por arriba, una vista general de la planta del edificio de la villa de O Cocho, al finalizar los trabajos de excavación. A continuación dos detalles de los restos de la pila o estanque de salazón, que aún eran posibles ver en esa época y hoy por desgracia fueron destruidos. Por último, una vista parcial de las excavaciones de la villa de O Fiunchal, en concreto, un aspecto parcial de uno de sus estanques de salazón. En la actualidad, todos los restos constructivos excavados de las dos villas, están tapados y no pueden verse.

LAS OTRAS VILLAS ROMANAS DE VIGO (I)

CONTEXTO ARQUEOLÓGICO

En los siguientes comentarios analizaremos de forma sintética, las villas romanas marítimas, que poseyendo un contexto arqueológico similar al de la villa romana de Toralla, de la que hemos hablado en extenso en los anteriores comentarios en este blog, se pueden vin­cular con la misma.

Dentro de este mismo contexto crono-cultural, habría que situar el empo­rio portuario de la zona del Areal, del núcleo habitacional que denominaremos "Vicus Heleni" y que ha arrojado en las últimas excavaciones arqueológicas, destacados materiales de importación que nos informan de un comercio de productos de valor entre nuestra zona y el Mediterráneo, sobre todo en su época más tardía de la zona oriental. Pasamos luego a revisar resumidamente las citadas villas que compartirían un marco cronológico vinculado al desa­rrollo del Vicus Heleni, de los siglos III al IV después de Jesucristo.

Disfrutando de similar situación geográfica y muy cercanas entre sí, poseemos tres villas romanas que pasamos a analizar a continuación, aclarando en primer lugar, que este tipo de habitat se caracteriza por ser un espacio económico, en el cual la elaboración de pro­ductos y al explotación del medio forman un solo conjunto, no entendiéndose una sin la otra. Así pues consideramos inseparables los conceptos de villa y de factoría, por otra parte las villas que hay en el Noroeste difieren bastante del modelo más conocido y divulgado del Mediterráneo, aquí se modifican para adaptarlas a las condiciones climáticas y al tipo de explo­tación que se orientaría más al mar que a las labores agropecuarias. Poseemos finalmente otra villa-factoría marítima, una vez pasado el núcleo ocupacional de Vicus Heleni que co­rresponde a la localizada en el lugar de Ríos en la parroquia viguesa de Teis.

VILLA ROMANA DE SOBREIRA (Oia)

Hacia el Suroeste a 1 Km aproximadamente de la villa romana de Toralla, y situada en la misma parroquia, siguiendo el litoral marítimo que se dirige hacia las costas del vecino Concello de Nigrán, donde se ubica la villa romana de Panxón, de la cual procede un ex­traordinario mosaico de tema marino, se encuentra la villa romana de Sobreira, denominada así por ubicarse en la playa del mismo nombre.

En la actualidad está casi totalmente destruida debido a la construcción de una casa en el lugar, ya hace unos treinta años. Al realizar la cimentación y explanación de la zona para dichos trabajos cons­tructivos, se pudieron observar restos de muros de perfecta sillería, parte de un pavimento de opus signinum y recoger diversos ladrillos, tégulas, terra sigillata hispánica, cerámica pinta­da de motivos geométricos y cerámica de paredes finas, que fechan este yacimiento hacia los siglos III-IV después de Jesucristo. Los hallazgos arqueológicos efectuados corrieron diferente fortuna. Los materiales cerámicos fueron recogidos y llevados al museo provincial de Pontevedra y los restos constructivos o bien fueron destruidos o tapados para la realización de una piscina en la finca…..

Nota.- En las ilustraciones que acompañan este comentario, podemos ver la desigual suerte que corrieron las dos villas romanas, como señalamos hace tiempo en otro comentario publicado. En color, y todo es significativo, dos aspectos vinculados a la “musealización y recreación didáctica” de la villa romana de Toralla y en las otras fotografías en blanco y negro, parte del lienzo del muro de sillares localizado de forma “fortuita” en los trabajos de remoción de tierras llevadas a cabo en el lugar en el que se ubica la villa de la playa de Sobreira, así como resto de un pavimento de “opus signinum” que aún era visible hace poco, hacia el mar, fuera de la delimitación de la mencionada finca,….



EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (y XVII)

CONCLUSIONES Y CRONOLOGÍA

Se observan dos partes bien diferenciadas para esta villa, por una parte la denominada "pars rústica" y por otra la "pars noble", la primera de ellas estaría dedicada al trabajo y a los servicios, como pueden ser graneros, establos, cobertizos,.. Hasta el momento se desconoce la orientación económica de esta villa romana, que en principio parecería lógico que estuvie­se orientada al mar, pero no hay evidencias que así lo demuestren.

El edificio principal, presenta mayor calidad constructiva que el resto de la villa, ya que era donde residían los propietarios de la misma, aquí se encontró el hipocausto, el mo­saico, sillares labrados, basas de columna, así como material cerámico de lujo como sigillatas.

Se puede adivinar un trazado previo y una división interna que obedece a un esquema predeterminado, así el praefurnium y el hipocausto se ubican en la parte más rebajada del terreno con el fin de ahorrar trabajo. Su disposición se realiza en torno a un eje longitudinal E-W. La fachada sur contemplaría las marismas, así como quedaría protegida de las incle­mencias de los vientos del norte. Las habitaciones se encuentran hacia el este, quedando la zona oeste de zona de servicio (cullina, celia penaria, almacén,).

La planta de esta villa se articula en torno a un pasillo que divide la pars rústica de la pars urbana.

Estaría englobada dentro de las villas del tipo de bloque rectangular con corredor con posible origen en un plan diseminado, como lo demuestran las diversas construcciones exis­tentes al norte y sur del edificio principal. Por otra parte en la villa de Toralla, aun teniendo parte noble, obedece más al concepto de casa de labranza que al de casa señorial, como se puede com­probar por la multitud de recintos de servicio de los otros edificios citados.

En cuanto a la cronología del yacimiento podemos señalar sin lugar a dudas que per­tenece a una época bajoimperial y tardorromana. Estas conclusiones nos vienen dadas por múltiples factores tales como: tipo de almohadillado, aparejo con ladrillos (sin ser opus mixtum), hipocausto con material reutilizado, baja calidad y diseño del mosaico, materiales tardíos como sigillatas hispánicas tardías, paleocristianas y focenses.

El abandono de la villa se produce a lo largo del siglo VI d. C. e incluso es posible que algo más tarde. Fueron muy escasos los elementos de adorno ni objetos de uso personal, ya que al abandonar debieron llevarse todo. La cerámica encontrada o bien está muy usada o bien se ha encontrado en basureros.

Con este breve comentario sobre las conclusiones provisionales y las cronología de este importante asentamiento romano, a la espera de los estudios definitivos que se merece este villa y que aún no tiene en su conjunto, finalizamos esta serie de reflexiones en base a diferentes imágenes, en su mayoría inéditas, de esta única villa romana que se puede visitar en nuestro municipio.

Nota.- Comentario de las fotografías que ilustran estas líneas: Empezando por arriba, detalle de la parte final del “hipocaustum” en la que se puede apreciar claramente el pavimento formado por “tégulas” colocadas boca abajo y las pilastras de sustentación realizadas en pequeñas piedras y que nos hablan sin duda de la última remodelación del mismo; a continuación, podemos ver un momento de la campaña de sondeos de 1992, cuando se localizaron “in situ” una base de columna y una parte de un molino circular, en la estructura que luego pudimos identificar como la cocina principal de la casa; luego, un detalle de la localización “in situ” del primer fragmento de mosaico encontrado en las excavaciones; y finalmente, el sondeo realizado en la última campaña de 1994, que ya nos indico la existencia de la posible ubicación de unos estanques destinados a la obtención de sal, que se pudo documentan con más hallazgos en las siguientes excavaciones y que hoy día puede observar el público que se acerca a visitar este yacimiento. Destaca en esta imagen ,la didáctica e impresionante estratigrafía localizada, de la que podemos apreciar, la dos diferentes dunas, más clara y más oscura, que evidencian, la cronología más tardía y de abandono del yacimiento, así como, la que nos habla del funcionamiento de la villa, que podemos datar entre los siglos III al VI después de Jesucristo.




sábado, 30 de enero de 2010

EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (XVI)

PEQUEÑOS HALLAZGOS, GRANDES INFORMACIONES
Al llevarse a cabo cualquier tipo de intervención arqueológica, suele ocurrir que al lado de hallazgos espectulares, se llevan acabo otros, que consisten en la aparición de pequeños objetos, que por el contexto en que se encuentran y ellos en si mismo, van a dar una información muy importante para el conocimiento mayor del yacimiento.
Como la villa romana de Toralla no es una excepción en es regla, hoy nos fijaremos en algunos de estas pequeñas piezas arqueológicas. Para ello, vamos a ir comentando las que ilustran estas líneas, siguiendo la numeración que aparece al lado de cada una de las mismas.
Con el numero 1 tenemos un interesante fragmento de un borde de una cerámica denominada "Terra sigillata africana", que posee una bella decoración aplicada que representa un león en movimiento. Este tipo de vasijas de lujo nos habla de las relaciones comerciales de las clases altas de la villa con ciudades del mediterráneo, ya sea de la zona del norte de África, como es en este caso, como con otras áreas geográficas bañadas por el mismo mar, pero situadas más hacia el oriente. La datación que podemos dar a estas piezas se sitúa entre los siglos III-V después de Jesucristo.
Con el número 2, tenemos una moneda romana perteneciente a los llamados "pequeños o medianos bronces" correspondientes a los siglos III-IV después de Jesucristo. Se ofrece el anverso, con la cabeza del empezador y el reverso, con una alegoría. Ambas poseen el exergo con inscripción latina. Hay que las numerosas numismas encontradas en este yacimiento, tanto en las últimas excavaciones realizadas apartir de 1992, como en las primeras, de las cuales, la familia Mirambell, posee una pequeña pero bien conservada colección, que se tuvo la fortuna de estudiar y publicar ya en 1982.
El número 3 nos presenta una pieza única y excepcional: un fragmento de una llave romana de bronce con combinación, que podríamos considerar que es la primera que se ha localizado en nuestra zona, teniendo el paralelo más inmediato en la antigua ciudad romana de Ourense, pero que es de otra tipología, muy bien estudiada por nuestro amigo y restaurador Carmelo Ibañez, actualmente en el Museo Provincial de Palencia.
Con el número 4, podemos apreciar un anzuelo de bronce de pesca, muy biren conservado. De manera global, podemos decir que todos los objetos de este metal encontrados, presentan un buen estado de conservación, pues están depositados en arena de playa, que es menos ácida que la tierra que poseemos en la zona, antes de la roca granítica base. Hay que recordar que anzuelos de bronce romanos fueron localizados en las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en varias capañas del castro de la isla de Toralla. Como vemos se va a continuar con la misma actividad pesquera, pero el tipo de anzuelo es diferente. Los más antiguos son más abiertos y menos largos.
En el número 5 tenemos otra cerámica de lujo importada, decorada a base de pequeños círculos concéntricos y procedente también de la zona norte africana. Su cronología también es similar. La pieza nos viene dado por varios fragmentos de la vasija que se han podido restaurar y completar parte de su forma. Lo interesante de la misma, es que posee una grapa de plomo, que nos habla de una reparación en época romana, cuando se rompio y fue reconstruída de nuevo y así aprovechada para el uso que poseía. Esto nos indica, el gran costo económico de estas piezas de lujo, que cuando se rompian eran arregladas y no tiradas como sucede con otras de inferior calidad y producidas en tallere locales y por ellos menos caras y más asequibles. Esta práctica la pudimos documentar muy bien el las excavaciones arqueológicas del castro de Vigo, en donde se encontraros diferentes tipos de grapas de plomo para esta función, tanto suelta, como formando parte de la vasija reparada.
Y por último, en el número 6, tenemos una cuenta de azabache con decoración incisa, perteneciente a un collar o una pulsera, datable hacia los siglos IV-V después de Jesucristo. Es de sección plana-convexa y su decoración es a base de líneas rectas horizontales paralelas y oblícuas, formando un interesante diseño ornamentístico. Son muy escasas las piezas encontradas en este material, que luego en la edad media se utilizará mucho. Aquí, tenemos como paralelo más inmediato de hallazgo de un objeto de este material, el entalle de anillo con representación mitológica localizado en las primeras excavaciones en este yacimiento y que en la actualidad lo posee la familia Mirambell.
Hasta aquí, la presentación de varias piezas excepcionales que nos informan de diferentes aspectos de la vida en la villa romana: desde de su economía hasta sus adornos personales o la llave para entrar en la mansión o en una de las estancias de la misma.

miércoles, 27 de enero de 2010

EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (XV)


LOS TIPOS DE VILLAS

Debido a las escasas excavaciones realizadas en villas romanas en el Noroeste penin­sular, es aventurado hacer una tipología de las mismas, hasta que no se dispongan de datos más concretos que nos den una capacidad de análisis fiable. Esta precariedad es debida a la falta de excavaciones en área que permitan analizar los detalles constructivos de este tipo de hábitat. A esto hay que añadir la falta de publicaciones de las mismas que dificultan todavía más la labor investigadora.

Existen diferentes criterios para establecer las tipologías de las villas romanas, uno de ellos asume que la villa es un todo, y en base a eso establece modelos dependiendo si es un único edificio el que alberga todas las instalaciones (villa de conjunto reunido), o bien si éstas están conformadas como diversas dependencias (villa de plan diseminado), después se entraría en matices dependiendo de la distribución espacial de los edificios y presencia o no de elementos que acoten el espacio. Según diversos autores las de plan diseminado son típicas de regiones atlánticas, pero esto también depende de la riqueza de cada una.

Concretamente en Galicia predominan las de plan diseminado, con edificios indepen­dientes, muy posiblemente debido a una expansión de las mismas. Claro ejemplo de esto es la villa de Medos - Curras (Tomiño), donde se detectó zona de hipocausto y cercanas al mis­mo una serie de edificaciones secundarias, también podemos citar otras villas que responden a este criterio, como son: Santomé (Ourense), excavada por X. Rodríguez González, consti­tuida por dos edificios de momento independientes, uno residencial y agropecuario organiza­do en torno a un impluvium central, y otro en el cual solamente se pudo identificar una ga­lería longitudinal con pequeñas habitaciones (cubícula) que dan a un corredor con pórtico. La proximidad de ambas construcciones y que se prolonguen podrían invalidar esta hipótesis. Además de la villa de Santomé, podemos citar la ya nombrada de Noville (Mugardos), ya que aunque no detectadas en excavación, si se detectaron por prospecciones geofísicas otros edi­ficios secundarios, pudiendo entonces ser incorporada a esta tipología de villas.

Otro de los criterios empleados para la clasificación, viene dado por la disposición en planta y el modelo constructivo empleado en el edificio principal de la misma. Con estos criterios se observan dos tradiciones constructivas muy marcadas, por un lado el modelo mediterráneo, con planta central organizada en torno a un peristilo, que organiza todo el edifi­cio, y otro denominado nórdico o céltico, con planta rectangular, con corredor en la fachada,

muchas veces con presencia de torres a ambos lados que delimitan patios en los modelos más elaborados.

Ejemplo significativo de este último tipo de villa, lo constituye la villa romana de Noville (Mugardos), la cual sería una villa de patio abierto. Sería una villa a mare constituida por tres naves en forma de U con patio central abierto hacia el mar (posible zona de trabajo), y porticado, las naves laterales son los espacios residenciales y la nave transversal actúa co­mo pasillo comunicador entre ambos lados. También entraría dentro de esta categoría la villa de Agro de Nogueira (Toques). El edificio en conjunto presenta una planta de patio abierto hacia el Sur, delimitado por un corredor en los lados Norte y Oeste que da acceso a las cons­trucciones de este sector y por otra nave alargada en el lado Este; la entrada principal se ubi­ca asimétricamente respecto al patio, entre los dos sectores señalados, a juzgar por los ele­mentos estudiados en esta villa, parece que la planta no fue preconcebida, sino que se fue improvisando dependiendo de las necesidades de cada momento

En cuanto al tipo de villa mediterránea, cerrada sobre sí misma alrededor de un peris­tilo ajardinado interior, carecemos completamente de este tipo en la Gallaecia, esto no significa que no haya influencias de las villas mediterráneas en las construcciones del noroeste peninsular, en este sentido las villas de Adro Vello (O Grove) y Paço Velho da Facha (Ponte de Lima), parecen poseer un patio central en torno al cual se organiza la villa, sin embargo éstos no estarían peristilados. Además del patio central, podemos rastrear la presencia de un atrium o patio cerrado interior con funciones de impluvium y de aireación e iluminación, el cual sería un precedente del peristilo de las villas mediterráneas. Así tenemos el caso de la villa de Santomé (Ourense), cuyo edificio principal se organiza en torno a un pequeño patio.

Analizando otras villas de nuestra región, se observa un claro predominio de las de plano diseminado, sobre todo las basadas en planta rectangular, sobre todo las de corredor y patio abierto.

Entrando ya en el yacimiento que nos ocupa, este presenta una clara planta rectangu­lar que se organiza a partir de un corredor en la fachada norte que funciona como elemento distribuidor del espacio del edificio (diversas estancias en la parte sur abiertas al mismo me­diante puertas; acceso a los espacios residenciales calentados por hipocausto existentes en el sector oeste), sus medidas son de 43 x 14 metros aproximadamente. No obstante es muy po­sible que la planta total de la misma fuera más compleja, ya que frente al corredor hay otra zona de construcción que no está muy clara su relación con el cuerpo principal de la villa.

Nota.- En la imagen, una vista aérea general de la villa romana de Toralla, en la que se aprecia en primer término, los restos constructivos localizados en las campañas de 1992-94 y al fondo, muros pertenecientes a los antiguos trabajos de excavación. Por lo que hemos comentado en este y otros artículos, este asentamiento podría tener varios edificios. Uno sería el principal, para los propietarios y ya excavado en su integridad y otros cercanos al mismo, por el norte ( corresponderian lo muros de las antiguas excavaciones) y sur ( muros desenterrados en la última campaña realizada en este yacimiento antes de su consolidación, musealización y recreación visual de todo el conjunto arquitectónico) en los que vivirían los trabajadores de esta villa rural marítima.

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EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (XIV)

LA DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA

Las villas suelen asentarse casi siempre en llanuras o lugares de suaves pendientes, coincidiendo casi siempre con los límites entre tierras de labradío y monte, facilitando de este modo un mejor control de los espacios cultivables, orientándose principalmente hacia el Sur o hacia el Oeste, motivado esto por la obtención de un mayor número de horas de expo­sición al sol, esto en cuanto al nivel microespacial. A nivel macroespacial, vemos que el ma­yor número de villas se dan en las zonas costeras, sobre todo en las rías, existen muy claros motivos para la elección de la costa como emplazamiento para una villa, por una parte las mayores posibilidades económicas (pesca, salazón, gárum, ...), por otra la ventaja de unas comunicaciones seguras para la época, las comunicaciones marítimas, aspecto éste además que reporta los beneficios de los intercambios comerciales, obteniéndose productos que de otra forma no sería posible acceder a ellos. Por otra parte el comercio marítimo ofrece posi­bilidades a estas villas de que los productos que elaboran tengan salida hacia otras partes del imperio y de un modo más seguro y económico que el viaje por tierra.

En este sentido podemos citar las siguientes villas ubicadas en el noroeste peninsular y que responden a este patrón: Centroña (Pontedeume), Noville (Mugardos), Adro Vello (O Grove), Pipín (Cangas), Toralla (Vigo), Alto de Martím Vaz (Póvoa de Varzim) o Lavra (Matosinhos)

El otro tipo de villa es el dedicado al agro. Éstas se suelen situar en zonas llanas del interior cerca de cursos fluviales, obedeciendo el patrón en estos casos no sólo a la productividad de los campos, sino también y tal como ocurre con las villas costeras, a la presencia de vías de terrestres primarias o secundarias que las comuniquen con centros comerciales im­portantes. Su ubicación con respecto a las vías de comunicación es un poco alejadas de las mismas pero con fáciles accesos a ellas, nunca pegadas a las vías. Este tipo de villas se loca­lizan principalmente en la Terra Cha, valle del Miño, Alta y Baja Limia, tierra de Lemos, valle del Sil, Vega del Támega, alrededores de Braga, Valle del Duero, etc... Como vemos son zonas con tierras de cultivo excelentes.

Nota.- En la fotografía que ilustra este comentario, tenemos una perspectiva aérea de la parte central de la villa de romana, que realizamos al finalizar los trabajos arqueológicos de 1994