sábado, 28 de noviembre de 2009

EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (X)

MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN: LÍTICOS Y MORTEROS
Luego de analizar el otro día, un material de construcción fundamental como son las tejas y ladrilllos, hoy nos vamos a parar a dar algunos detalles sobre, otros dos materiales que son esenciales en toda construcción: las piedras trabajadas y los morteros.
La villa está principalmente construída con mampostería irregular de granito y gneis, que constituye la roca base del yacimiento, esta mapostería va acompañada de sillares esplendidamente trabajados en los puntos más vulnerables de la villa, como son esquinales, umbrales, dinteles,..Estos sillares, al contrario de la mampostería, tiene su origen posiblemente en una cantera fuera del yacimiento, aunque no demasiado alejada del mismo, en ese sentido se puede apuntar que existen canteras a menos de un kilómetro a la redonda. Esto habría que comprobarlo mediante un análisis petrológico. En las primeras de las fotografías que ilustran este comentario, podemos ver los grandes sillares pétreos del muro sur de las estancias calefactadas de la villa, en rpimer término.
Además de la mampostería y los sillares, se pudieron localizar en la campaña de 1992-94, cuatro basas de columna, en granito. Hay que recordar aquí, otras dos más encontradas en anteriores intervenciones, junto un magnífico capitel de orden corintio, conservando su bellas hojas de acanto, que en la actualidad están en posesión de la familia Mirambell, junto a otros restos arqueológicos, que analizaremos en otro comentario. Decir que el capitel es de granito y está datado sobre el siglo IV después de Jesucristo. De las cuatro basas citadas, tres se encontraron "in situ" sobre el pavimento de la cocina, justo delante del hogar de la misma y otra en la misma zona, pero en un nivel de derrumbe, cuando ya se había dejado de vivir en la villa. En la segunda fotografía, podemos ver la base que fue localizada en la campaña de sondeos arqueológicos de 1992 y que apareció junto a otros materiales, en el derrumbre o abandono del lugar. Por último, en la fotografía siguiente, podemos ver un momento de la excavación de 1994, en la zona de la cocina. Todo el piso está cubierto por tejas caidas del techo y puede verse, en el lado inferior izquierdo, una de las bases citadas, en el momento que fue encontrada "in situ" al lado de otras dos.
Las cuatro basas están constituíadas todas ellas por toro, escocia y arranque de fuste o columna. Sus medidas son muy similares para todas ellas, variando las dimensiones entre 0,5 y 1,5 centímetros, cantidad despreciable. Pudieran tratarse de capiteles de orden toscano, pero dada la ubicación de tres de ellos, además de que ese tipo de capitel es propio de épocas altoimperiales, optamos por clasificarlas como basas.
Para finalizar, hablando del mortero utilizado, podemos apuntar que se localizaron sobre todo en la zona del hipocausto, como base del mosaico y parte de la "suspensurae". También existe, pero en menor medida parte de enlucido de las paredes interiores. Este enlucido no presenta decoración alguna, su grosor va de los 6 a 8 centímetros y su cara superior parece pulida y debajo la textura se hace menos fina.
Se conserva "opus signinum", de mala calidad hecho a base de cal, arena fina, agua, cerámica machacada y piedras de cuarzo y pizarra. Su calibre máximo es de 16 centímetros.

jueves, 19 de noviembre de 2009

EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (IX)

INTERCAMBIOS COMERCIALES: VIDRIO Y MONEDAS
No hay duda, que unos de los elementos que nos sirve de gran ayuda oara determinar los intercambios de productos de un yacimientos con otros de diversos luagres geográficos ( más o menos cercanos al que nos ocupa), son, por un lado, las monedas que se encuentran y por el otro, los vidrios localizados, que nos están hablando de un comercio de unos objetos de alto poder adquisitivo de los habitantes del hábitat en que se documenten.
Ciñéndonos a la campaña de 1992-1994, podemos apuntar los siguientes datos sobre el tema:
Respecto a los monedas que se pudieron localizar, podemos decir que fueron un total de 17 monedas pertenecientes a los denominados "pequeños y medianos bronces ", que cronologicamente podemos situar en el siglo IV después de Jesucristo. Según el estudio realizado sobre estas monedas, de la arqueóloga y también amiga, Dña. Milagros Cavada Nieto y presentado al XXII Congreso Nacional de Arqueología, celebrado en nuestra ciudad en 1995, se documentan monedas de la época de Constantino I, Constantino II, Constante y Valente, siendo las cecas (lugar de acuñación) más representadas las de Arlés y Nicodemina con dos ejemplares cada una, mientras que Aquileia, Lugdunum y Roma, sólo hay una, las demás son inclasificables. El total de moendas estudiadas fueron 8, por el mal estado de conservación que poseían las restantes y su cronología se centra, como dijimos anteriormente, en el siglo IV despúes de Jesucristo. En la fotografía que acompaña este texto, en la parte superior, podemos ver cuatro de estos pequeños y medianos bronce tardorromanos.
Los vidrios hallados en la villa de Toralla, a pesar de su fragmentación, permiten recontruir un conjunto que por su variedad funcional y calidad, consideramos muy interesantes. Tipologicamente se pueden diferenciar una amplia gama de recipientes como son: tazas troncocónicas y cilíndricas, cuncos, platos, vasos, frascos, copas, jarras, alguna perteneciente a la forma Isings 67 a y una amplia gama de botellas entre las cuales están presentes las botellas Isings 50. Destacaríamos como novedoso la presencia de un pié de lámpara y de un plato con decoración tallada.
Hay un predominio de vidrios transparentes, aunque se documentan algunos traslícidos y en una mínima proporción, los opacos. Los colores más frecuentes son los verdes, esmeralda y aceituna, seguidos de los incoloros y los de color ámbar. La mayoría presentan estrías, burbujas, picados y múltiples irisaciones.
Abundan los vidrios con paredes muy delgadas que no alcanzan 1 miligramo de grosor, aunque la mayoría acostumbra a rebasar ese espesor y algunos, sobre todo en vidrios de botellas, alcanzan los 5 miligramos.
Se documentan varios vidrios decorados mediante la ténica de abrasión o con baquetones, molduras o hilos de color verde o blanco. Los temas decorativos predominantes son los geométricos a base de líneas paralelas, ángulos, grecas y espirales. Una pieza excepcional, es el fondo de un plato con decoración tallada, en cuya cara exterior presenta una decoración en la que se puede ver un personaje masculino desnudo con los detalles anatómicos bien marcados y que lleva colgado en su mano derecha una especie de cesto en forma de triángulo equilátero. La decoración se complementa con motivos geométricos esquemáticos. En la fotografía inferior, podemos ver varios tipos de estos vidrios aparecidos en la villa.
Creemos que estamos ante la producción de un taller de vidrios local, fenómenos muy frecuente en esta época tardía, con la excepción del plato ya citado que pensamos, dada su calidad y por tratarse de un vidrio tallado que puede corrresponder a una pieza importada. Lo mismo podemos decir, del macizo pié de lámpara de fuerte color azul oscuro, cuyo paralelismo más inmediato que tenemos es de otra pieza similar encontrada en Constantinopla.
Resulta muy difícil, por ser un conjunto de vidrios de producción local y por su fragmentación, como dijimos anteriormente, establecer una cronología exacta para estas piezas. No obtante tenemos datos suficientes paea pensar que se trata de una producción tardía. La mayoría se pueden fechar en el siglo IV después de Jesucristo, con posibles pervivencias en el siglo siguiente, aunque hay vidrios cuya fabricación puede ser del siglo II después de Jesucristo. Para los interesados en el tema, recomiendo la lectura del trabajo que ha realizado sobre los vidrios de la villa de Toralla, del profesor y amigo, D. Manuel Caamaño Gesto, de la Universidade de santiago de Compostela

domingo, 15 de noviembre de 2009

EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (VIII)

LAS COCINAS Y LA COMIDA
Además de la cocina que ya hemos documentado en un anterior comentario de esta serie sobre la villa romana de Toralla, en 1994, fue encontrada otra muy bien conservada al lado de la gran estancia del "hypocaustum", que es la que se rerpoduce más arriba. Este hogar está construído en el ángulo noroeste de la de la habitación y nos viene dado por piedras largas que lo delimitan por sus laterales, el del lado oeste es el fragmento de un aumbral pétreo y el rsto del hogar está onstituído por doce ladrillos besales de 19 x 19 centímetros. Tal como se encontró, no nos mostraba huellas evidentes de haber sido intensamente utilizado sino lo contrario, lo único que se enontró fue en sus cercanías una pequeña escombrera o basurero de materiales con abundantes restos de alimentación. En las últimas campañas, ya de este siglo, se pudo documentar otro hogar muy similar a éste, pero en otro posible edificio, al poniente del desenterrado en la actualidad y que hoy se puede contemplar en la visita que se realice al yacimiento.
Al hablar de las cocinas ( principales y secundarias y sus hogares respectivos), nos da pié para hablar un poco sobre los restos óseos que se encontraron en estas primeras campañas y que nos informan de la alimentación cárnica de los habitantes de la villa en esa época.
Hay que dejar claro, como es de esperar, que los restos de huesos procedentes de esta villa, presentan unas características a las obtenidas en los análisis de otras muestras de yacimientos de carácter urbano de este mismo período en el nororeste peninsular. La distribución de especies ya vamos a indicar en la siguiente tabla, donde se refleja el número de restos de cada una de las mismas y su porcentaje respecto al total. Y empezamos, para los que les gusten las estadísticas:

Especies domésticas
Bos taurus 26 40,6%
Ovis aries / Caora hircus 16 25,0%
Sus domesticus 16 25,0%
Gallus domesticus 1 1,6%
Especies salvajes
Vulpes vulpes 2 3,1%
Capreolus capreolus 2 3,1%
Oryctolagus cuniculus 1 1,6%

Teniendo esto presente, podemos decir, que entre el grupo de domésticos destaca el dominio del ganado bovino sobre el ovicaprino y el de cerda, aspecto habitual en la alimentación de los núcleos romanizados del nuestro noroeste. La presencia de la gallina, auqnue anedóctica, viene a sumarse a las pocas referencias que se han documentado para esta especie, todas ellas a partir de fases romanizadas, como por ejemplo en la ciudad de Lucus Augusti, en la villa romana de A Proba de Trives (Ourense) o en el mismo castro de Vigo.
La presencia de especies silvestres indica una práctica cinegética que, a partir de los resultados de numerosos análisis, normalmente hemos asociado con la existencia de determinadas clases sociales, de posición alta, reflejando más una actividad de prestigio, que una verdadera necesidad de obtener un complemento alimenticio. Es evidente que tanto el corzo (Capreolus) como el conejo (Oryctolagus) serían consumidos, mientras que el zorro (Vulpes), sin negar la posibilidad de aprovechar su carne, se obtendría principalmente la piel.
Los restos óseos de la villa de Toralla, desde el punto de vista tafonómico, presentan unas características peculiares. La mayor parte del conjunto analizado exhibe evidencias de haber sido sometido a elevadas temperaturas, con estadios de calcinación completa. Parece lógico considere el empleo de los restos óseos como combustible, lo que viene a relacionarse directamente con la recuperación de los mismos, en una área muy próxima al hipocaustum, más concreto del praefurnio.
Logicamente esta alimentacion de carne, está solidamente apoyada en la consumición de productos agrícolas y procedentes del mar. Pero ese tema sera objeto de otro comentario.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (VII)

TÉGULAS Y LADRILLOS " IN SITU"
Al hablar del material latericio ( material de construcción romano de barro cocido) sin lugar a dudas, el que más abunda y en las excavaciones arqueológicas de la villa romana de Toralla, no es una excepción, es el referido a los dos tipos de tejas romanas, esto es, las tégulas ( tejas planas ) e imbrices ( teja curva ) y los diferentes tipos de ladrillos romanos. Normalmente se encuentran en derrumbes y fuera de su lugar de ubicación original, pero al darse aquí, el caso que fueron utilizados en la construcción del hipocaustum, tégulas y ladrillos, fueron documentados "in situ". Pasamos a continuación a hablar un poco de este tema:
Podemos decir que se ha podido recuperar la casi totalidad de las tejas que formaban parte de latechumbre de la villa, acercándose en más de 10 toneladas de tégulas las que se recogieron, tan sólo en las las campañas de 1992 a 1994. Hay que apuntar que se han detectado diferentes tipologías de tégulas, basadas éstas en la forma que presentan las pestañas de las mismas. La fijación del tejado se realizaría principalmente por encaje de unas tégulas en otras, existiendo en algunos casos, agujeros con el fin de insertar clavos de fijación. Estas tégulas están hechas de pasta naranja bien cocida y de grano medio, aunque también existen otras coloraciones que pasan por el rojo teja hasta el rosado, incluso existen con pasta blanquecina.
En algunos casos, vemos como las tégulas presentan marcas en su parte superior, en forma de serpentiformes o más bien líneas onduladas, sencillas o dobles y paralelas y también en forma de C. Existen también las huellas de animales, las cuales habría que estudiar con el fin de establecer la fauna existente por la zona y cotejar los datos con los restos óseos encontrados en las excavaciones. Las medidas de las tégulas serían, aproximadamente de 59 x 38 x 3,5 centímetros.
Por otro lado, como ya apuntamos, las tégulas además de servir de techumbre, lo hacían también de pavimentación del hipocaustum, apareciendo colocadas boca abajo y con la pestaña rebajada.
Tenemos luego que abundan también los ladrillos, sobre todo y como es lógico en la zona citada del hypocaustum, donde se han localizado la mayoría de ellos. Hay diversidad de tipos de ladrillos, así los que más abundan sin lugar a dudas son los del tipo bessal, que suelen ser bastante irregulares, existiendo pues variaciones en sus dimensiones, que por lo general suelen ser de 20 x 18,5 x 5 centímetros. Siguiendo en la zona del hypocaustum, aquí se han localizados ladrillos con entalle reutilizados, que presentan al igual que los bessales, maedidas variadas, asemejándose a los del tipo pedal, aunque sin llegar a ser cuadrados del todo. Existen variantes y sus medidas son: 26 x 22 , 30 x 28, aunque predominan los de 20,5 x 22,5, 24,5 x 21 y 25 x 22 centímetros. Tenemos pues un paso intermedio del tipo bessal y pedal. En el exterior del hipocausto se han podido localizar ladrillos del tipo intermedio, el cual tiene una medidas de 26 x 25 x 5 centímetros, además de pedales y el lydium, que para el caso de esta villa suele ser refractario y de una tonalidad rojiza oscura, observándose además digitaciones en su superficie. Las dimensiones del mismo son de 41 x 28,5 x 6 centímetros. Además de estos tipos de ladrillos se pudieron detectar resto de ladrillos mayores de tipo sesquipedal o bipedal. Por otra parte y para finalizar, comentar que hay dos ladrillos de tipo indeterminado, los cuales tienen forma trapezoidal.
Nota.- En la imagen superior, un detalle del pavimento del hipocausto, realizado con tégulas; y los pilares construídos a base de ladrillos de diferententes tipos. En la fotografía área del hipocaustum ( imagen siguiente), podemos ver la distribución del hipocausto y los materiales latericios utilizados en su piso y pilastras de sustentación del mosaico de la estancia superior, hoy desaparecida.


domingo, 1 de noviembre de 2009

EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (VI)

Y POR FIN....EL HIPOCAUSTUM
Fue al final de la campaña arqueológica de 1994, cuando se tomaron fotografías aéreas que dejan buena constancia de lo localizado hasta la fecha y sobre todo, del descubrimiento y excavación total de la zona de calefacción de la villa de Toralla. Para la realización de estas imágenes, tuvimos que disponer de un vehículo especial para alcanzar la altura adecuada para lograr estas fotografías sacadas a unos 20 metros de altura. En la primera de las fotografías que hoy se publican, tenemos una vista aérea de la zona central y más importante del edificio habitacional, desde el sur, en la que destacan en el margen inferior, las estancias calefactadas. En la segunda imagen, mostramos un detalle de las mismas, tomada también desde el sur, pero a nivel del terreno actual.
Pasamos ahora a hablar brevemente de esta estancia importante de la villa:
El "hipocaustum" o cámara de calor, es el elemento fundamental en el sistema de calefacción romano, por el que circula el calor subterráneo que calentará las estancias superiores, está constituído por un sistema de canalizaciones, optimizadas para distribuir correctamente el calor hasta las estancia deseadas.
Este sistema de calefacción por hipocausto está formada por dos estancias: el "praefurnium" ( lugar de entrada del calor) y las tres cámaras de calor intercomunicadas. La presencia de este sistema de calefacción en esta zona concreta del edificio, la identifica como la parte o zona más noble del mismo, dichas habitaciones tendrían una superestructura y una infraestructura, la primera dado por habitaciones normales pero decoradas con mosaicos donde se situarían las habitaciones principales de la villa y la infraestructura vendría dada por todo el sistema de calefacción, que se situaría justo debajo de estas estancias.
Estas estancias nos vienen delimitadas al sureste por una hilada de impresionantes sillares graníticos de gran tamaño, magnificamente labrados, si pensamos que estos son los simientos, es de suponer que el alzado cuando menos tendría unas características similares. Esta cimentación de sillares se asienta directamente sonre la roca base rebajada con el fin de asentarlos de manera más firme posible.
El praefurnium está formado por dos pequeños muros de mampostería muy iregular con 0,6 metros de ancho cada uno de ellos, los cuales vienen delimitados por dos bloques de granito en su parte más alejada del hipocausto, esto es, por la zona que se introducía los materiales que iban a proporcionar el calor. Estaría comunicado por el muro situada hacia el este, cuyo vano podría estar adintelado. Las medidas del mismo serían de 2,6 metros de largo, por 0,8 metros de ancho y 0,6 metros de altura. El suelo es de barro y en el mismo se localizaron además gran cantidad de cenizas, y revoques de arcilla qure sin duda estarían encalando las paredes de esta estancia. Vinculada a esta estructura habría que situar un pequeño almacén de leña para las necesidades de combustión.
El hipocaustum nos viene dado aquí, por tres recintos comunicados a través de canales, éstos nos vendrían dados por por unos vamos en cuyo umbral se observan sillares planos indicando la dirección del paso del calor. Las dos primeras salas están pavimentadas por tégulas dadas la vuelta y sobre ellas se observan pilastras formadas por ladrillos cuadrados.
La primera estancia mide 2,6 x 2,6 metros, conserva 13 pilares, aunque suponemos que en total serían unos 25 pilares, como parece indicar la ubicación asctual de los pilares conservados. Estos pilareso pilastras cerámicas, están realizados con ladrillos bessales, respondiendo en este caso a los cánones marcados en cuanto a la construcción de hipocaustos se refiere y la altura de los mismos, se acerca a los 0,70 centímetros. La fila existente al norte del recinto está pegada al muro y se asienta sobre restos de ladrillos pedales y con entalle. Además se pueden observar tres pequeñas columnas fabricadas a base de ladrillos entallados reutilizados. Al sur, existe otro pequeño espaxcio de 2,6 x 1,3 metros, cuya función la desconocemos.
La segunda estancia tiene forma rectangular pavimentada como el anterior, con tegulas dadas la vuelta, menos al final de la misma, que posee ladrillos tipo lidyum. Se conservan 26 pilares de 35 que debió de tener, todos realizados con ladrillos bessales conservando el basamento de piedra. La altura llega alcanza los 80 centímetros, a juzgar por una pilastra que conserva 10 ladrillos.
La tercera y ultima estancia, es más grande, teniendo una superficie de 4,3 x 3,10 metros. Se halla cubierta de pilares, pero en esta ocasión son de piedras irregulares, existiendo en su base grandes piedras que descansan directamente sobre el relleno de "xabre". El número de pilares es igual que el de las anteriores (35). Algunos de las citadas hiladas, rematan en lajas planas, que harían las veces de sencillos capiteles, alcanzando los 90 centímetros de altura. Destaca de toda esta zona, la reutilización de materiales, que nos lleva a pensar que excistió una remodelación de este recinto en época posterior.
Para finalizar, y como ya avanzamos anteriormente, todo este conjunto formaría una gran sala de calefacción cubierta con mosaicos, siendo una de las zonas más nobles de toda la villa.